martes, 12 de agosto de 2008

Día especial!

Era un 27 de Junio del año en curso, el reloj marcaba las 6 y 45 de la tarde, el vestido largo impidió que aquel día fuera en el volante como es de costumbre, lo que logro que me pusiera mas impaciente al no tener el dominio del carro en el que me dirigía a la iglesia. Los minutos pasaban a la velocidad de la luz, los carros sin embargo pasaban a la velocidad de una tortuga. Lo único que pasaba por mi mente era que la novia se quedaría sin una damita de honor, que todas las preparaciones con meses de anticipación quedarían perdidas ya que llegaría cuando la novia estaba en el altar y diría adiós al día tan esperado, donde entraría del brazo de mi paje con mi ramo de rosas y con las otras dos damitas.

Luego de 20 minutos de sufrimiento y angustia logre llegar a la iglesia 5 minutos antes que la esplendida novia. Los padres del novio y la novia, las damitas y los pajes estaban tan o mas preocupados que yo al ver que no llegaba, cuando baje del auto pude ver sus rostros de alivio al saber que a mi llegada todo quedaría listo y preparado a la perfección tal y como lo quería la futura Señora de Novoa. Tome mi ramo y rápidamente me coloque en la fila donde me correspondía, empezó la marcha nupcial y nos dirigimos al altar.

Tras nosotros venia Carla con un brillo que es imposible describir con palabras pero no es mas que el brillo de la felicidad y el amor que se reflejaba en su rostro al ver que en el altar la esperaba el amor de su vida y era el día mas esperado por ellos, en el que recibían la bendición de Dios y su familia para llevar adelante su sueño, amarse toda la vida.


La ceremonia fue un momento muy especial donde todos llegaron a empaparse de ese amor que se sentía hasta en el ambiente. Intercambiaron los aros, se declararon marido y mujer y se escucho una canción de amor muy linda que marco el paso de los novios hacia los salones donde los esperaban familiares y amigos para felicitarlos y desearles lo mejor. Luego de unas fotos y un brindis acompañados de unas fuertes palmas subieron a la limosina la cual los llevaría a una fiesta donde todos los invitados los esperaban para celebrar la unión de la familia Novoa - Macchiavello.


Al llegar al lugar donde se realizo la fiesta nos esperaba una decoración increíble, que a mas de uno dejo con la boca abierta, parecía un salón de cuentos de hadas. Llegaron los novios y empezó la fiesta que duro hasta altas horas de la madrugada donde todos demostraron sus habilidades para mover un poquito el cuerpo. Es así como finalizo este día tan especial para Carla y David y también para personas que como yo los queremos mucho y deseamos que esta unión dure para toda la vida.

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